Wednesday, September 13, 2006

 

Mejor tarde que nunca

Por: Nicolás Mora

Oscar wilde alguna vez dijo que “el patriotismo es la virtud de los sanguinarios” y al parecer acertó cuando hablamos del M-19 y su relación con la toma del Palacio de Justicia.

Hace ya casi veintiún años desde que sucedió lo impensable, un martes al mediodía cualquiera, un seis de noviembre como muchos otros, en plena luz del día treinta y cinco inconformistas o rebeldes se tomaron el escenario de justicia y democracia mas importante de Colombia con el fin de juzgar al máximo mandatario frente a los máximos magistrados del país por su proceso de paz y demás actos. Este acto sin duda escandaloso y sensacionalista lo único que logro fue abrir una honda herida que hoy en día aun no cicatriza a veces se llega a pensar que sigue mas abierta que antes, una herida que empezó a abrirse cuando se insulto el honor de los militares quienes no esperaron un momento para presionar a aquel poeta y soñador que era Belisario Betancour quien no tuvo mas remedio que dar la orden de atacar el palacio y así cometer el segundo hecho mas vergonzoso en la historia de nuestro país después de la masacre de las bananeras. Empezó así una guerra de veintiocho horas donde triunfo la muerte, el desconcierto, la infamia y la imagen del corazón de la democracia en llamas que aquellos colombianos que han tenido la oportunidad de ver, nunca la olvidaran y sin duda es el símbolo de aquel fatídico día.

La muerte de setenta y ocho personas entre militares, guerrilleros y civiles y diecisiete magistrados, sabios e ilustres como ellos eran, el desconcierto de no saber hasta hoy en día lo que paso con trece desaparecidos y la infamia de considerar que las fuerzas militares que “manejaron” la situación de aquel día y los narcos tuvieron que ver con las muertes ya nombradas, son los elementos (si así puede llamárseles) que componen esa herida así ahora haya una nueva mole de concreto, vidrios blindados y mármol sobre los restos incinerados del antiguo palacio sigue mostrándonos junto a los testimonios de popeye y virginia vallejo culpando a Alberto Santofimio de la muerte de Luis Carlos Galán y el video de aquel 6 de noviembre del 85 donde un militar saca del palacio a uno de los trece desparecidos que los ochentas cobijaron muchas injusticias que es mejor aclararlas tarde a nunca hacerlo.

encuentrelo tambien en www.pensaduriasyhablamientos.wordpress.com

Comments:
Queremos la verdad!!
 
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